En nuestra gran variedad de recetas de salsas, hay una que nos gusta mucho porque tiene un sabor muy especial, y lleva sólo unos cuantos pequeñitos, pero bravos chiles piquín.
El secreto de esta salsa, que pueden hacer tan picante como gusten, está en el toque que le da el pulque, esa bebida ancestral mexicana, y que venden por ahí en los supermercados o se consigue por Internet.
Pero si no pueden conseguir pulque no se preocupen. Pueden sustituirlo por vinagre de manzana, que le da un sabor también muy rico.
Y ojo, porque otro de los secretos de esta salsa está en asar unos ingredientes y en freír otros. ¡Que la disfruten!
INGREDIENTES
1/4 de kilo de tomatillo verde (también llamado milpero o de fresadilla) bien asado
1/3 de cebolla bien asada, y luego picada
1 diente de ajo asado en su piel, pelado y finamente picado
1 cucharadita de chiles piquín secos, ligeramente fritos
1/4 de taza de pulque, o sustituirlo por 1/4 de vinagre de manzana
Sal al gusto
PREPARACIÓN
1En un molcajete o licuadora, muele los chiles fritos, los tomatillos, el ajo y la sal, hasta formar una salsa martajada (no tan molida).
2Agrega el pulque, o en su defecto el vinagre de manzana, y mezcla perfectamente.
3Sirve a temperatura ambiente en una salsera. Y decora encima con chiles piquín secos y fritos
